domingo, 20 de diciembre de 2015

LA CANCIÓN DEL PIRATA (José de Espronceda)

 


Para celebrar estos días, los Pirates de l'Hospitalet os regalamos con una poesía de José de Espronceda cantada por Dark Moor. Con su lectura puede entenderse nuestra manera de ver el mundo y la política, incluso nuestro espíritu.
Os deseamos lo mejor para estos días.

¡Salud y que no falte el ron!

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Con diez cañones por banda, 
viento en popa a toda vela,

no corta el mar, sino vuela,

un velero bergantín;

bajel pirata que llaman

por su bravura el Temido

en todo el mar conocido

del uno al otro confín.


La luna en el mar riela,

en la lona gime el viento

y alza en blando movimiento

olas de plata y azul;

y ve el capitán pirata,

cantando alegre en la popa,

Asia a un lado, al otro Europa,

Y allá a su frente Estambul:


-Navega, velero mío,

  sin temor

que ni enemigo navío,

ni tormenta, ni bonanza

tu rumbo a torcer alcanza,

ni a sujetar tu valor.


Veinte presas

hemos hecho

a despecho

del inglés

y han rendido

sus pendones

cien naciones

a mis pies.


Que es mi barco mi tesoro,

que es mi Dios la libertad;

mi ley, la fuerza y el viento;

mi única patria, la mar.


Allá muevan feroz guerra

ciegos reyes

por un palmo más de tierra,

que yo tengo aquí por mío

cuanto abarca el mar bravío

a quien nadie impuso leyes.


Y no hay playa

sea cualquiera,

ni bandera

de esplendor,

que no sienta

mi derecho

y dé pecho

a mi valor


Que es mi barco mi tesoro,

que es mi Dios la libertad;

mi ley, la fuerza y el viento;

mi única patria, la mar.


A la voz de ¡barco viene!,

es de ver

cómo vira y se previene

a todo trapo a escapar:

que yo soy el rey del mar

y mi furia es de temer.


En las presas

yo divido

lo cogido

por igual:

sólo quiero

por riqueza

la belleza

sin rival.


Que es mi barco mi tesoro,

que es mi Dios la libertad;

mi ley, la fuerza y el viento;

mi única patria, la mar.

¡Sentenciado estoy a muerte!

Yo me río:

no me abandone la suerte,

y al mismo que me condena

colgaré de alguna antena

quizá en su propio navío.


Y si caigo,

¿qué es la vida?

Por perdida

ya la di

cuando el yugo

del esclavo

como un bravo sacudí.


Que es mi barco mi tesoro,

que es mi Dios la libertad;

mi ley, la fuerza y el viento;

mi única patria, la mar.


Son mi música mejor

aquilones,

el estrépito y temblor

de los cables sacudidos

del negro mar los bramidos

y el rugir de mis cañones.


Y del trueno

al son violento,

y del viento,

al rebramar,

yo me duermo

sosegado,

arrullado

por el mar.


Que es mi barco mi tesoro,

que es mi Dios la libertad;

mi ley, la fuerza y el viento;

mi única patria, la mar.
 
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jueves, 17 de diciembre de 2015

DECLARACIÓN de PRINCIPIOS de PIRATES de L'H



Hay tres maneras de entender la piratería. La más común es sentirse autorizado a disfrutar la propiedad intelectual de otros de manera fraudulenta. Para nosotros, sin embargo, solo hay dos, la primera es defender el ideario pirata de manera pasiva, adaptándose a la legislación vigente, es decir actuar bajo los principios piratas, siempre y cuando la autoridad lo permita; la segunda es defender el ideario pirata de manera activa, haciendo caso omiso a la legislación vigente, aún más en el caso que esa atente contra la DUDH.

En el caso de la DUDH hay infinidad de lecturas, la más común y regresiva es la que permite diferencias en los derechos de las personas, dependiendo su categoría social, su origen o su fortuna, a disfrutar de los servicios que permiten una vida digna. La menos común es la que considera que todos los seres humanos tienen el derecho a disfrutar de los mismos bienes que permitan una vida digna. Y tanto los que escogen una u otra lectura, defienden su postura al valorar de manera distinta lo que significa una vida digna.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos es, sin embargo, muy explícita en su redactado. Como cualquier compendio de leyes, los primeros artículos sirven para definir el espíritu de los demás. En el caso de la DUDH son los siete primeros.

Artículo 1
  • Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Artículo 2
  • Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
  • Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.
Artículo 3
  • Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
Artículo 4
  • Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.
Artículo 5
  • Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Artículo 6
  • Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.
Artículo 7
  • Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
No podemos hacer especial mención a ninguno. Cualquiera de ellos sirve para definir que todos somos iguales en todo, para disfrutar de los derechos indispensables en llevar una vida digna. No habla de que coche nos podemos comprar, si podemos ir de vacaciones con más o menos lujo. Pero sí sobre educación, sanidad y techo, y a casi cien años de su redactado, esos servicios públicos han ido ampliándose. Ahora no podría entenderse que un ser humano, vecino nuestro, no disponga de los servicios indispensables para sobrevivir con dignidad.
Por todo ello consideramos de obligado cumplimiento para cualquier pirata, los puntos editados a continuación, de modo que ningún pirata podrá jamás pactar o relativizar con alguien que no acepte esos puntos, que no los contemple en su declaración de intenciones o, una vez en el gobierno, que no actúe en consecuencia a su redactado.

Derecho a la Justicia:
  • Todos los seres humanos, sin distinción de raza, sexo, cultura, origen o clase social, tiene derecho al mismo tratamiento en los tribunales, a la presunción de inocencia y a un juicio justo e imparcial.
Derecho a la intimidad:
  • Todos los seres humanos tienen derecho a la protección de sus datos, y al respeto de su intimidad en cuanto a su religión, ideas políticas, fortuna personal, tendencia sexual y cualquier costumbre o hábito privados.
Derecho a la educación:
  • Todos los seres humanos tienen el derecho a recibir de manera absolutamente gratuita la misma educación.
Derecho a la sanidad:
  • Todos los seres humanos tienen el derecho a disfrutar de manera absolutamente gratuita la misma sanidad.
Derecho a la vivienda:
  • Todos los seres humanos tienen el derecho a disponer de una vivienda digna, que como mínimo disponga de un espacio privado para su uso, compuesto por un dormitorio, un aseo, un comedor y una cocina.
Derecho a los servicios elementales:
  • Todos los seres humanos tienen el derecho a disponer de un mínimo consumo de agua potable y corriente, gas, electricidad e internet.
Derecho a participar en la vida pública:
  • Todos los seres humanos tienen el derecho a manifestarse y organizarse políticamente, siempre y cuando el resultado de sus acciones no atente contra este compendio de leyes.
Derecho a la movilidad:
  • Todos los seres humanos tienen el derecho de viajar y establecerse donde les plazca, siempre y cuando acepten las leyes y respeten las costumbres del territorio que les acoja.
Derecho al trabajo:
  • Todos los seres humanos tienen el derecho a un trabajo garantizado, que les permita vivir dignamente.
Derecho al alimento:
  • Todos los seres humanos tienen el derecho a una alimentación sana y completa.
Derecho a vivir en paz:
  • Todos los seres humanos tienen el derecho a vivir en un entorno sin violencia.
Derecho a la cultura:
  • Todos los seres humanos tienen el derecho a compartir y disfrutar la ciencia y la cultura de manera absoluta en cualquiera de sus ámbitos.
Derecho al entorno:
  • Todos los seres humanos tienen el derecho a vivir en un entorno sano y respetuoso con la naturaleza.
Los estados tienen la obligación de dar cumplimiento a esos derechos, por encima de cualquier otro interés particular, colectivo o ideológico. El hecho que un gobierno sea más o menos liberal, de derechas o de izquierdas, no tiene por qué afectar el justo cumplimiento de la DUDH, tal como aquí se refleja.
Dicho cumplimiento también debe ir acompañado de unos deberes como ciudadanos, los cuales han de ser de obligado cumplimiento en relación a sus posibilidades individuales. Este cumplimiento deberá ser controlado por los mismos estados.
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martes, 15 de diciembre de 2015

Sobre la investigación médica






Este artículo va dedicado a unos investigadores del hospital de Bellvitge, que conocimos en el mercadillo del barrio que lleva su nombre. Necesitaban dinero para seguir investigando y lo conseguían vendiendo pulseras de plástico por dos euros.
Nuestros investigadores públicos necesitan vender pulseras para seguir investigando, en este caso el Síndrome de Cornelia Lange.
Y ustedes me dirán que no hay dinero, sin embargo, lo hay para estupideces tan gigantescas como para que la señora Marin, alcaldesa de l'Hospitalet, compre los votos de unos tránsfugas, por una cantidad que esos investigadores no verán nunca, a menos que vendan unos cuantos cientos de miles de pulseras.

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Si usted dona dinero a la Marató de TV3 a través de una hucha, sin hacer un ingreso directo con su nombre y apellidos y su DNI, ha de saber que no controlará quién lo gasta ni en qué, ni siquiera si va a la «Fundació la Marató de TV3». Usted no desgravará el 25% sobre su donativo, en todo caso lo hará el poseedor de la hucha que se beneficiará directamente. Y en el caso que la persona, empresa o fundación, que hace de intermediario o recauda este dinero, lo entregue a la Marató en su totalidad, usted tampoco podrá decidir qué se hace con él; no sabrá si termina en un centro privado o público; si a una Universidad privada o pública; tampoco si va a servir para la investigación real o para pagar la administración de la empresa beneficiaria, o, simplemente, para engrosar, indirectamente o a través de las patentes conseguidas, el patrimonio de sus propietarios. Todo depende de los proyectos que se presenten y lo que decida un patronato compuesto por personas elegidas a dedo.
También ha de saber que en gastos administrativos, dietas y demás, la fundación gasta algo más del 22%, que entra dentro de lo legal, pero demuestra lo que es y cuesta.
No obstante, hemos de reconocer que, tras revisar los resultados contables, aparte de detectar una contradicción de muchos millones entre sus cuentas y lo declarado por la misma Generalitat de Catalunya, posiblemente por error de transcripción, una parte importante de las inversiones va a investigaciones puntuales de la universidad pública, seguramente por la calidad de sus proyectos, y en pequeñas cantidades que casi nunca superan los 300.000 €; y las que van a manos privadas, casi todas coinciden a los mismos institutos, aunque para distintas investigaciones.
A todo esto, la Fundació la Marató de TV3, sorprendente en los tiempos y país que vivimos, se caracteriza por la transparencia de sus cuentas, solo superada y salvando las distancias por la contabilidad de Pirates de Catalunya.

En suma, si usted es votante de CDC, del PP, del PSC o de ERC, no lo dude, done su dinero a la Fundació la Marató de TV3, sin importarle el procedimiento. Después de todo a usted tampoco le vendrá de eso, ya que defiende por encima de todo la sanidad privada; y, a menos que sea muy estúpido, tendrá un seguro médico privado.
Ahora bien, si usted es votante de los partidos que defienden la sanidad pública y, por lógica, usuario de ella, tampoco lo dude, pregunte a su médico de cabecera, a un amigo o familiar enfermero o médico, siempre de la sanidad pública. Ellos lo podrán dirigir directamente a una organización de la que no sabrá mucho, extraña y ninguneada por los medios y la administración catalana, y administrada por voluntarios que, además de no cobrar por administrar sus cuentas o dar conferencias, seguramente los encontrará vendiendo lo que sea para seguir investigando.

Y, por último, sepa usted que si dona su dinero a la Marató de TV3, probablemente no desgravará el 25%, si no lo hace a través del banco y con sus datos completos. Pero si lo hace directamente a una fundación, que invierte su dinero exclusivamente en investigación pública, además de desgravar obligará al Estado a invertir otra cantidad para mantenerla y administrarla.

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lunes, 7 de diciembre de 2015

Sobre la Economía 2 parte (Moneda)



La moneda es parte de una sociedad y depende de su idiosincrasia económica, de sus costumbres consumistas, de su productividad; incluso si sus productos son más o menos exportables, agrícolas, industriales o de materias primas; de su variedad, si necesita importar mucho, poco o nada. Las monedas, por tanto, han sido creadas de abajo a arriba, es decir por las sociedades que hacen uso de ellas y según su necesidad, y son adoptadas y adaptadas por las administraciones que poco a poco las sociedades han ido creando para facilitar su bienestar y la defensa de su identidad.
Las monedas que han estado circulando hasta hace poco, al igual de las que todavía están en uso, fueron creadas en concomitancia con su ciudadanía. Las monedas son como la hoja que cae en un río, que se adapta a sus rápidos y a sus remansos, a sus crecidas y a sus sequías.
La peseta, el marco, el franco, la lira, el escudo, todas esas monedas se constituyeron de abajo a arriba como reflejo y para el servicio de sus sociedades.

Esta pequeña introducción nos debería servir para entender el fiasco del euro, como moneda única para los distintos países que conforman la Unión Monetaria.

Para que una unión económica funcione no tiene por qué tener una sola moneda. El área económica integrada de Canadá y los EEUU funciona perfectamente, pese tener dos monedas y dos maneras absolutamente distintas de administrarlas. Sin embargo, el disponer de una moneda común para todas las sociedades que componen un área económica, tampoco tiene por qué ser perjudicial. De hecho el euro se diseñó para ser una gran moneda, fuerte y segura, y ser utilizada de intercambio por todas las sociedades que la aceptaran. El gran error del euro es que fue concebido para suplir lo natural de cada sociedad, con la disciplina y la rigidez de un patrón muy alejado a la realidad. En suma, un euro bien regulado, sin fisuras y fuerte, frente los vaivenes económicos de sus emisores, podría muy bien haberse convertido en un nuevo patrón monetario, tal como el oro lo fue hace más de cuarenta años. El resto de monedas deberían fluctuar a su alrededor, de manera libre y con el control de los distintos bancos centrales.
El euro fue una creación política, para solucionar políticamente los problemas surgidos entre unos cuantos países económicamente mal avenidos. Ahora toca lidiar con él, porque abandonarlo es imposible. El euro se ha convertido en ese patrón que nadie pretendía, pero que todos soñaban. Es imprescindible mantenerlo como tal y controlado por una entidad independiente y supranacional. Si algunos países quieren utilizarlo como moneda única, pues adelante mientras puedan, que no será siempre. El resto necesita cada uno la suya, paralela a él, bien regulada pero flotante. Muchos dirán que existe el riesgo de crear un mercado negro o que una termine asentándose una más que otra. Para lo primero diría que el mercado negro solo es posible con monedas cuyo valor es fijado por determinantes políticos. Para evitarlo, su circulación y su uso deberían estar regulados por un ente absolutamente independiente e inmune a las veleidades políticas.

Las monedas sirven para facilitar el intercambio comercial en el interior de las distintas sociedades, o entre ellas cuando están reguladas independientemente unas de otras. Las sociedades las emiten a través de un ente regulador, que decide la cantidad, su precio y el modo de distribuirlas, según las necesidades y las circunstancias.
Dicha regulación ha de servir para generar trabajo y riqueza a través del intercambio. Si el ente regulador no cumple su cometido, la sociedad que ha confiado en él entra en fallida, quizá por falta de herramientas, porque ha perdido su razón de ser y, con ello, el poder emitir moneda.

Indudablemente, cuando en una sociedad hay hambrientos sin trabajo y campos de cultivo yermos o sin cosechar, cuando hay cientos de miles de viviendas vacías y cientos de miles de personas sin techo, cuando hay millones de parados y decenas de miles de empresas abandonadas, esa sociedad ha entrado en fallida, posiblemente porque no tiene moneda y está muy mal gobernada.

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martes, 1 de diciembre de 2015

Sobre la eficiencia ecológica, 1 parte

Fotografia cedida por Albert Taxonera


No es fácil ser un ecologista eficiente. Se puede militar en un partido verde o en una asociación ecologista, tener más o menos sensibilidad por el medio ambiente, y, sin embargo, ser desbancado en efectividad por otras personas ajenas a tanta sensibilización mediática.
Ser eficiente en materia ecológica significa consumir con respeto hacia el medio ambiente, utilizando lo justo para sobrevivir, sin menoscabo por el disfrute de la vida, y a reciclar con inteligencia.
No se trata solo de separar los residuos que producimos sino de generar los imprescindibles, sin necesidad de afectar nuestra calidad de vida.
Llenar el contenedor con los plásticos que desechamos puede que tranquilice nuestra conciencia, pero no resuelve el problema. Para que esos plásticos vuelvan a la cadena consumista, primero hay que trasladarlos a los centros de reciclaje, separarlos y procesarlos a costa de gran cantidad de energía, mayor casi siempre de la que se precisa para producirlos a partir de materia prima. De lo que se trata, pues, es de utilizar la menor cantidad posible.

Si usted entra en una gran superficie y compra una típica caja de bombones, expuesta en un precioso stand iluminado por grandes focos de luz y ambientado con exuberancia de adornos, con los bombones maravillosamente presentados en sus cajas de cartón envueltas por un fino envoltorio de plástico transparente, con un soporte troquelado en su interior para que esos bombones no se muevan, envueltos cada uno de ellos en papel metalizado; y con un magnífico pliego de papel, separado por otra lámina de plástico, donde se explica la historia de la empresa. Esta caja, antes de ser expuesta, ha sido separada de un lote de veinte, envuelto también por plástico, que previamente también había sido separado de su palé recubierto de film. Usted ha de saber que está comprando y consumiendo el mismo peso o más de envoltorio que de chocolate. Pero la cosa no termina aquí, ya que seguramente esos bombones han sido producidos a cientos o miles de kilómetros de su destino, con ingredientes llegados de otros países y continentes.

Si usted gusta de bombones, no lo dude, vaya a la pastelería de su barrio y cómprelos a granel. Seguramente le saldrán más baratos y de más calidad, beneficiará a su vecino pastelero y se ahorrará un viaje en coche a la gran superficie; y, lo que es más importante, le hará un favor al planeta.

Si a usted le gusta el melón, no lo dude, en algún momento estará barato, señal que es su tiempo y ha sido cosechado en un lugar cercano. Si por contra sale caro, piense que viene de lejos, habiendo consumido mucho carburante para su transporte, embalaje y frigorías para mantenerlo fresco. Y no se preocupe, cuando los melones empiezan a escasear, hay abundancia de ciruelas, peras y manzanas, de modo que vitaminas no le van a faltar.
Y no hace falta que consuma vino o licores de tierras muy lejanas, el de la comarca suele ser el que mejor se adapta al paladar de la cocina que sale de ella.

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